En la sección Aprender a mirar se incluye un itinerario de actividades al servicio de la toma de conciencia y la celebración de la existencia del Universo (¿Cómo es que? ¿Desde cuándo? ¿Por qué? …) Seguro que conocéis músicas que inviten a la contemplación, a abrir los ojos de verdad, a volar entre estrellas y planetas, a imaginar océanos abriéndose, la tierra emergiendo de las aguas, la aparición de la vegetación, la luz, el agua, la vida… Van aquí algunas sugerencias.
Gustav Holst. Los Planetas. Suite en siete movimientos, cada movimiento dedicado a un planeta:
Joseph Haydn. La Creación. Un oratorio basado en el relato del Génesis. Se podría elegir algún fragmento, por ejemplo, la obertura y la creación de la luz.
Anton Dvórak. La sinfonía del Nuevo Mundo. Cuatro movimientos que transmiten con fuerza el nacimiento de una nueva realidad (composición dedicada a los Estados Unidos como esperanza de un nuevo mundo).
Enlace a la obra completa, con enlaces particulares a cada uno de los movimientos:
O enlace al apoteósico cuarto movimiento, Allegro con fuoco:
Edvard Grieg. Peer Gynt. Dos suites compuestas para ilustrar la obra homónima de H. Ibsen. El primer movimiento de la primera de las suites, “La mañana”, invita a llevar la atención al despliegue de la vida:
o també:
¡Gracias!
¿Cantamos? ¿Qué tal acompañar a Violeta Parra o a Joan Baez en su “Gracias a la vida”?
O a Louis Armstrong cantando “What a wonderful world?”
(en este enlace Armstrong introduce la canción con unas palabras sobre el sentido de “maravillarse”. Subtitulado en castellano.)