IMHOTEP y HABLANDO DE LA VIDA
Una mirada a las dos propuestas
DESDE LA PERSPECTIVA DE «CULTURA RELIGIOSA»
Querríamos destacar algunos aspectos de estas dos propuestas para quien desee utilizarlas (también) al servicio del conocimiento de la diversidad religiosa, por ejemplo en el ámbito de Educación en Valores sociales y cívicos, o en el área de Religión, o de Cultura Religiosa.
Quien haya podido trabajar los itinerarios ¿Y tú qué me cuentas? y/o Frida y el señor Lin indagando en las aportaciones del legado espiritual de la humanidad, aquí también encontrará recursos para continuar la tarea, recursos que situaríamos a caballo entre final de Primaria y primero de ESO.
Imhotep y el faraón y Hablando de la vida son dos propuestas que procuran profundizar sobre el desarrollo interior, sobre cómo alimentar el interés por lo que hacemos y por la realidad en general, sobre las claves de la felicidad, etc. Imhotep y el faraón permite, además, adentrarse en la civilización del antiguo Egipto. En las correspondientes Guías de lectura se ofrece una presentación más detallada de los contenidos así como sugerencias de actividades.
Pero, además… en ambas propuestas podemos encontrar aportaciones al servicio del conocimiento de la diversidad religiosa. Éstas son las que pondremos ahora de relieve.
De Imhotep y el faraón destacaríamos:
1. Mitología y lenguaje simbólico
Los relatos mitológicos del antiguo Egipto pueden ser una buena oportunidad para explorar la fuerza simbólica del politeísmo. Es posible que no tengamos tiempo para mucho, y que tengamos que conformarnos con un vistazo rápido, reconocer los signos distintivos de algunas divinidades y poco más. Pero… si hay ocasión, no olvidemos acercarnos a todos esos dioses como personificación divinizada de elementos de la naturaleza y de aspectos de la existencia. Lo hemos comentado y trabajado en otras ocasiones; véase, por ejemplo, la Guía de la propuesta ¿Desde cuando? ¿Qué había antes?, unos materiales que invitan a explorar los mitos de los orígenes (incluye también un himno a Atón). O la propuesta sobre la Noche (y si siempre fuera de noche, o siempre de día, ¿qué pasaría?), que incluye la narración egipcia de la separación de Geb y Nut, la tierra y la bóveda celeste; o la de Perséfone, sobre la primavera y el renacimiento de la naturaleza…
En el relato de Imhotep y el faraón, vemos aparecer Atón, Horus, Osiris … pero también al Nilo, el agua de vida divinizada: el dios Nilo, y un himno a la divinidad del río. La noche, el sol, la tierra, el río … tratados como realidades con iniciativa, con las que los humanos se relacionan como fuerzas vivas, a las que debemos mucho, realidades «sagradas»… Algo parecido a referirse a la tierra como Gaia, la madre tierra. Formas simbólicas que, como vehículos comunicativos que son, no quedan «superadas» por los conocimientos científicos, apelan a otro ámbito de nuestra sensibilidad y comprensión, el mismo ámbito al que apela la poesía.
En la misma línea, el relato nos descubre el proceso de divinización de Imhotep, hijo de Ptah: un ejemplo de la veneración que despiertan personas que han generado un impacto positivo en su entorno, personas de una profunda calidad humana. Este punto ya se comenta con más detalle en la Guía de lectura.
Otro tema que podría dar para mucho sería el de las creencias y rituales en torno a la vida después de la muerte… Temas no faltan, ¡lo que no habrá es tiempo para poderlo abordar todo!
2. El calendario interreligioso: una mirada a la diversidad del entorno
A partir de la referencia, en la narración, a cómo se fue concretando el calendario egipcio, cómo se calculó la duración de un año, dónde se situó el punto de inicio o las distintas estaciones, podemos preguntarnos sobre la distinta forma de ver el tiempo, los años, los momentos importantes, las celebraciones, etc.
A partir de ahí, durante el curso podría tenerse a mano un «calendario interreligioso e interconviccional» como el que publica anualmente AUDIR (la Asociación Unesco para el Diálogo interreligioso y interconviccional).
Observar el calendario de las distintas celebraciones permite tomar mayor conciencia de las semejanzas entre grupos humanos y de las peculiaridades de cada tradición cultural y religiosa. Aquí y allí se celebra el nuevo año, se celebran fechas importantes relacionadas con el origen de una tradición religiosa, o fechas importantes relacionadas con los ciclos de la vida, y, al mismo tiempo, el año nuevo no es el mismo para todos, los elementos a los que cada tradición da más importancia tampoco… ¡semejantes y distintos a un tiempo! Nos permite también tomar contacto con la diversidad religiosa del entorno social, desde la perspectiva de las celebraciones. Por ejemplo,
- Presentar «El Año Nuevo en todas las latitudes» consultando el Calendario Interreligioso. Comentario en torno a las observaciones realizadas. Un buen momento para hacerlo puede ser a la primera sesión del 2º trimestre, justo después de haber iniciado ‘nuestro’ nuevo año.
- Ir siguiendo el ciclo de celebraciones de aquellas tradiciones con las que hemos entrado en contacto en las distintas etapas, o las que están presentes en el entorno familiar o social del alumnado.
- Comentamos las celebraciones que conocemos, las que celebramos –si se da el caso–, cómo lo hacemos… Evidenciamos la mezcla existente entre celebraciones religiosas y celebraciones tradicionales. Si hay alguien en la clase que pueda explicar alguna celebración desde su vivencia directa, vale la pena aprovecharlo. Un material interesante que propone una serie de actividades para explorar las fiestas: ¡Festeja! Rituales, culturas y religiones del mundo! (AUDIR. De momento la versión catalana. No hemos sabido encontrar algo parecido en castellano).
De Hablando de la vida destacaríamos:
1. El diálogo interreligioso
El valor del diálogo está muy presente en la primera parte de la propuesta: «Los dos lobos. Luces y sombras«. En el itinerario se evita (muy expresamente) asociar violencia y terrorismo con todo un ámbito, como sería el hecho religioso o una determinada religión. Se pone el foco en las actitudes de las personas, sea cual sea el ámbito en el que pueda haber conflictos o dificultades. Pero tampoco escondemos que determinada manera de vivir las creencias puede ser germen de violencia. Es un hecho, y es un buen momento para explorarlo en grupo, sea cual sea el entorno social de cada alumno o alumna. Cuándo, cómo, porqué las religiones pueden ser fuente de exclusión, de desprecio del otro, de violencia… También son y han sido fuente de pacificación e impulsoras del diálogo: ¿cómo puede ser ese contraste? Para trabajar este tema puede servir de ayuda otra propuesta de otsiera.com: Una misma búsqueda, distintos caminos. El diálogo interreligioso.
2. En contacto con el legado de sabiduría
Tras haber trabajado esta primera parte, y la segunda (Reflexiones muy personales), el itinerario invita a entrar en contacto con una pequeña muestra de «palabras de sabiduría», provenientes de distintos entornos culturales (y religiones) y a relacionarlas con todo lo visto previamente. El acento se pone en el contenido de esos textos pero, desde la perspectiva del conocimiento de la diversidad religiosa, no estaría de más detenerse un poco en identificar las distintas fuentes: personas y libros sagrados, quienes son, de donde provienen, etc.
La selección muestra de forma implícita, y muy evidente, la aportación en plan de igualdad de todas y cada una de las voces, un legado de sabiduría que no es propiedad exclusiva de nadie, sino rico patrimonio de la humanidad.
Hasta aquí estos apuntes que complementan lo que se presenta y sugiere en las dos correspondientes Guías de lectura y que nos ha parecido que valía la pena poner de relieve de forma explícita.
Este equipo de trabajo insiste en que el acercamiento a la diversidad religiosa debe formar parte de los contenidos del aula, como todo aquello que forma parte de la realidad social en la que viven y en la que vivirán chicos y chicas.
En la vida no separamos por áreas, vivimos «transversalmente»; del mismo modo estos materiales pueden ser punto de partida de todo tipo de proyectos transversales, ramificándose y generando conexiones entre las diversas áreas.
Aquí nos hemos detenido en subrayar los elementos relacionados con el hecho religioso. Pero podríamos hacer lo mismo con las artes, por ejemplo: arquitectura y creación artística en el antiguo Egipto; las reflexiones sobre el arte, la creatividad, la poesía, la danza… en Hablando de la vida, que son una invitación a ponerse en contacto con las raíces de la exploración y la expresión estética.
O desde las ciencias naturales: la actitud de observación e indagación de Imhotep y todo «el equipo» del templo de Heliópolis (observación de los cielos, de las aguas, los avances matemáticos, etc. etc.) y en Hablando de la vida, también cobran protagonismo las reflexiones de personas dedicadas a la física, a las matemáticas, a la biología, la ecología…
O desde sociales … ¡Etcétera! ¡Como la vida misma! Cualquier elemento lo podemos ver desde su infinita interconexión con todas las tramas de la existencia. Y así, cualquier material, puede se motivo para emprender un trabajo transversal. Sin olvidar darnos tiempo para hacernos preguntas, para pensar y relacionar … Y tiempo para contemplar, saborear, valorar, ¡agradecer! Tal como nos recuerda el sr. Lauer en su último consejo a Claudine (dos de los protagonistas de la narración Imhotep y el faraón:
—Deja que este viejo te dé un último consejo, Claudine —dijo—. Por la noche, cuando todo quedaba en calma, Mimí y yo subíamos hasta lo alto de la pirámide y no nos cansábamos de mirar… Para ser feliz, no es necesario que las cosas sean siempre fáciles. Disfruta de las salidas de sol y de los atardeceres, disfruta de esta tierra que todo nos lo da, y sabrás que hay cosas que tienen mucho valor…, aunque no sea fácil hablar de ellas.
»Y cuando veas salir el sol, detente un momento; recuerda que es el mismo sol que veía salir Imhotep, el mismo astro que él tanto amaba. El mismo sol que, tiempo atrás, iluminaba a toda aquella gente que vivía aquí es el que, hoy, nos calienta a nosotros. Y quizá dentro de mil años estará brillando en el cielo mientras otra joven se hará muchas preguntas, como tú ahora, y como Hipatia mucho antes que tú. Este panorama inmenso de arena y cielo sigue emocionándome como el primer día. Y me siento muy agradecido.